La parada está vacía y casi pierdo el ómnibus, que venía en manada con otros, dispuesto a seguir de largo. La escasez de pasajeros que la “reducción de la movilidad” trajo ha cambiado la conducta de los choferes: los tres enormes vehículos disminuyen la velocidad al llegar a la parada, y me siento honrada porSigue leyendo «el universo y un viaje en ómnibus»